DESIERTO
Año 2019 / Etapa 2
DESIERTO
Etapa 2
Al recorrer el desierto patagónico, saliendo y llegando a la isla de Tierra del Fuego por las rutas 3 y 40, acompañado por el viento cruzado y las tormentas de arena que acarician con fuerza cruel el vehículo, junto a esa especie de soledad que crece al recorrer el camino, al principio uno piensa: No, aquí no hay belleza, tengo que huir. Pero con el paso de los años, en algún momento, uno se detiene y contempla esos cráteres, lomas y construcciones que sucumben a la erosión de lo superior, de este entorno desolado de la humanidad, y es cuando se empieza a vivir bajo las condiciones del desierto y de un pensamiento nómade.
La psicología moderna nos ayuda a “ajustarnos” a esas condiciones y nos quita nuestra única esperanza: el saber que nosotros, que no somos el desierto aunque vivamos en él, somos capaces de transformarlo en un territorio humano. La psicología pone todo al revés; precisamente porque sufrimos bajo las condiciones del desierto somos aún humanos; el peligro consiste en que nos convirtamos en verdaderos habitantes del desierto y nos sintamos cómodos en él.
